Según un estudio de CICYTEX: el deshojado precoz en la vid mejora el potencial enológico en los vinos de la variedad Tempranillo |
|
|
|
Un estudio realizado en el Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura, centro adscrito a CICYTEX, plantea el deshojado precoz en la vid como una herramienta útil para el control del rendimiento productivo de la planta, para mejorar ciertas características fisico-químicas de las uvas y el potencial enológico de los vinos de la variedad Tempranillo, en condiciones de un clima semiárido. Esta es la principal conclusión del trabajo de tesis doctoral "Efecto del deshojado precoz sobre la calidad de uvas y vinos del cv. Tempranillo en condiciones de clima semiárido" de Daniel Moreno Cardona, investigador del área de Enología de CICYTEX.
El ensayo vitícola se realizó durante tres campañas consecutivas en un viñedo experimental situado en la Finca La Orden de CICYTEX, en las Vegas Bajas de Guadiana. Las vinificaciones y los análisis físico-químicos y sensoriales se llevaron a cabo en el Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura y en el centro Misión Biológica de Galicia (perteneciente al CSIC).
El objetivo de esta tesis era conocer el efecto de la técnica denominada deshojado precoz sobre la calidad de las uvas y vinos de la variedad Tempranillo en las condiciones de suelo y clima de Extremadura. Esta técnica consiste en la eliminación de las hojas próximas a los racimos en el período de floración.
El trabajo de tesis aborda el estudio de la incidencia de dicha técnica en el desarrollo vegetativo de las vides, los parámetros agronómicos, la evolución de la baya de la uva durante su ciclo de maduración y sobre la composición de los vinos elaborados a partir de las uvas procedentes de las cepas deshojadas frente a los vinos elaborados a partir de uvas de cepas sin deshojar.
Resultados del deshojado precoz
Por una parte, el deshojado precoz dio como resultado una disminución del área foliar, del número de flores transformadas en fruto, y por tanto, de la producción de uva, si bien el efecto dependió de la añada y de la intensidad con la que se aplicó esta práctica. Además, se ha observado que la aplicación de ésta técnica vitícola provocaba un adelanto de la fecha de maduración de las uvas respecto a las cepas sin deshojar.
En cuanto a la composición del mosto, el deshojado precoz aumento el contenido en flavonoles y ácido fenólicos en los hollejos, sustancias que contribuyen a estabilizar el color de los vinos tintos. Esta práctica no modificó el perfil aminoacídico de la variedad, ni disminuyó el contenido de sustancias nitrogenadas (principales nutrientes de las levaduras durante la fermentación alcohólica y maloláctica).
Por otra parte, el análisis físico-químico de los vinos mostró una mayor concentración de los compuestos fenólicos, responsables en gran medida del color, cuerpo y amargor; y una mayor concentración de acetatos y esteres etílicos, sustancias responsables de aromas frutales mediante la aplicación de la práctica del deshojado frente al control. Resultados que fueron corroborados en el análisis sensorial realizado por un panel de catadores expertos. Los vinos procedentes de cepas deshojadas obtuvieron las mayores puntuaciones en intensidad de color y aroma frutal, parámetros relacionados con una mayor calidad.
Fuente: CICYTEX
|
IFAPA y la Universidad de Córdoba avanzan en la obtención de nuevas variedades de olivo |
|
|
|
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca y Desarrollo Sostenible, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA), sigue avanzando en la obtención de nuevas variedades de olivo, gracias a la colaboración con la Universidad de Córdoba. En este sentido, investigadores de ambas instituciones han analizado los trabajos encaminados a la comercialización de la variedad Sikitita. Hasta la fecha se han plantado más de 1.000 hectáreas de Sikitita, no solo en España, sino en otros países como Portugal o Estados Unidos. Esta variedad es la primera obtenida en un programa de mejora de olivo con un porte llorón especialmente adaptado al sistema de formación en seto y se enmarca en los trabajos contemplados en la colaboración entre estas entidades.
De otro lado, se ha puesto en marcha la comercialización de dos nuevas variedades Sikitita-2 y Sikitita-3. Estas variedades también están adaptadas al cultivo en seto, aunque en el caso de Sikitita-3 su vigor medio también la hace adaptada al cultivo en vaso. Las dos nuevas variedades destacan además por la composición de sus aceites y sus interesantes perfiles sensoriales. Su elevado porcentaje de ácido oleico, similar al Picual, unido a un alto contenido en fenoles les confiere una gran estabilidad.
Por tanto, estas dos variedades vienen a cubrir una necesidad del olivar en seto de nuevas variedades con aceites estables y diferenciados de Arbequina. Se espera que en pocos meses se puedan empezar a comercializar las primeras plantas.
El programa de mejora genética entre el IFAPA y la UCO comenzó a desarrollarse hace más de 25 años con el objetivo de obtener variedades adaptadas a las tendencias actuales de la olivicultura. Desde entonces, y hasta la fecha, se han evaluado más de 10.000 genotipos procedentes de más de 100 cruzamientos.
Fuente: IFAPA |
Una hoja de ruta para la citricultura española |
|
|
|
Cajamar acaba de presentar el libro "Una hoja de ruta para la citricultura española". El texto ha sido coordinado por José María García Álvarez-Coque, catedrádico de Economía Aplicada y profesor de Economía y Política Agrarias en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y Enrique Moltó García, director del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), con las aportaciones de 41 expertos que han compartido sus puntos de vista para conformar un exhaustivo análisis de la situación y retos de futuro del sector citrícola en nuestro país.
En la presentación del libro han participado Roberto Garcia Torrente, director de Innovacón Agroalimentaria de Cajamar; los coordinadores de la obra, José María García Álvarez-Coque y Enrique Moltó García; Rosa Gallardo Cobos, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba, así como Franscisco Borrás Escribá, consultor agroalimentario y asesor de Anecoop y Alberto Urbaneja García, especialista en control biológico e integrado de plagas del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del IVIA. Todos ellos autores de algunos de lso capítulos de esta publicación, destacan el peso específico que los cítricos tienen para la economía y la agricultura en España.
Para el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar es fundamental el papel que en el último siglo ha desempeñado la citricultura en la modernización de la agricultura española, configurándose como un referente a la hora de introducir innovaciones tecnológicas organizativas y de mercado. Sin embargo, en los últimos años, a partir de la campaña 2018, se produce un punto de inflexión como consecuencia del exceso de producción y la contención de la demanda lo que da lugar a una serie de cambios. Roberto García Torrente menciona la globalización de los mercados y advierte del desplazamiento de la producción hacia otras zonas con buenas condiciones climatológicas y de aguas en las que, las fincas de mayor extensión perimiten una explotación más racional y económica así como del inteerés de lso comercializadores tradicionales por controlar todo el proceso, desde el cultivo hasta el consumidor final, inviertiendo en fincas de distintas regiones. También se refiere la continua apuesta pro la innovación, visible en lamecanización de lso trabajos; las neuvas técnicas de cultivo integrado y ecológico y la introducción de nuevas tecnologías; la necesaria reinvención de las cooperativas citrícolas para rentabilizar su actividad y la continua amenaza de las enfermedades que ponen en riesgo la viabilidad de las explotaciones.
Esta publicación explora los escenarios futuros y recoge recomendaciones concretas alrededor de cuatro ejes principales:
- una cadena de valor competitiva
- nuevas perspectivas para la sosteniblidad económica que abren las tecnologías
- el reto de la sostebibilidad ambiental de la producción, especialmente frente al cambio climático.
- el impacto de la globalización y de las políticas europeas.
actividad agrícola es responsable de en torno a un 12% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España. Sin embargo, la adopción de buenas prácticas agrícolas puede ayudar a revertir la situación, aumentando el secuestro de carbono orgánico en los suelos. Con ese objetivo, el de compensar las emisiones de CO2 producidas por la actividad agrícola a través de la fijación de carbono orgánico en suelos, nace la iniciativa "4perMille" en el marco del Acuerdo del Clima de París (adoptado en la COP21 de 2015).
La Agricultura de conservación utiliza prácticas como la siembra directa (sembrar sin labrar previamente el suelo), las cubiertas vegetales y la rotación de cultivos, que son beneficiosas a la hora de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. En esta línea, el profesor del Departamento de Ingeniería Rural de la ETSIAM de la Universidad de Córdoba Emilio J. González, del GI AGR 126 "Mecanización y Tecnología Rural", ha participado en un trabajo desarrollado con el equipo de la Dra. Rafaela Ordóñez, del Área de Agricultura y Medio Ambiente del IFAPA, donde han analizado el potencial de la Agricultura de Conservación para alcanzar el objetivo de aumentar el carbono orgánico en suelo un 0,4% anualmente, objetivo principal de la iniciativa "4perMille" . Aplicando el modelo "Carbon Venefit Proyect",diseñado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, concluyeron que la aplicación de la siembre directa en cultivos extensivos podía aumentar hasta en tres veces el objetivo de secuestro de carbono acordado.
Tras comparar una situación de agricultura convencion |
Seipasa y la UPV trabajan en el desarrollo de la alternativa eficaz y sostenible a los productos sintéticos que reclama el sector |
|
|
|
La Universidad Politécnica de Valencia a través del Instituto Agroforestal Mediterráneo (IAM) y Seipasa, empresa española especializada en el desarrollo y formulación de biopesticidas, bioestimulantes y fertilizantes para la agricultura, trabajan en el desarrollo y formulación de biopesticidas, bioestimulantes y fertilizantes para la agricultura, trabajan en el desarrollo de un nuevo herbicida natural cuyo objetivo es postularse como una alternativa eficaz y sostenible frente a los herbicidas sintéticos.
Su uso ayudaría a reducir el impacto ambiental de los herbicidas químicos y, como consecuencia de ello, evitaría la aparición de resistencias provocado por el uso abusivo de las soluciones actuales.
Una necesidad urgente para el sector.
Según Mercedes Verdeguer, investigadora del IAM, "Hace mucho tiempo que el sector reclama nuevas soluciones para el control de las malas hierbas que sean más respetuosas con el medio ambiente. En 2009 se produjo un cambio en la legislación europea que apuntaba al uso sostenible de los productos fitosanitarios y trataba de promover las estrategias para la gestión integrada de plagas. Desde ese momento, la desaparición de materias activas ha sido constante, por lo que es más necesario que nunca disponer de nuevas herramientas para esa gestión integrada".
Marta Muñoz, especialista de producto de Seipasa e integrante del IAM, subraya la importancia de desarrollar nuevas alternativas en un escenario como el actual, en el que "los problemas generados por la aparición de resistencias son cada vez mayores, pero los agricultores tienen cada vez menos materias activas a su disposición por el endurecimiento de la regulación comunitaria".
Muñoz, también destaca la mayor concienciación de los consumidores por el consumo de frutas y hortalizas libres de residuos, e indica que este nuevo herbicida permite avanzar hacia una alimentación más saludable.
Resultados positivos en los ensayos de eficacia en condiciones controladas.
Actualmente, Seipasa y el IAM están llevando a cabo los ensayos de eficacia en condiciones controladas para analizar el rendimiento de este nuevo producto frente a diferentes tipos de malas hierbas, como Erigeron bonariensis (sinónimo Conyza bonariensis), Amaranthus retroflexus y Avena fatua. La fase de campo ha arrancado con resultados positivos en cuanto a la rapidez de acción, eficacia y ausencia de residuos en la producción final.
Recientemente, los avances más significativos del proyecto han sido publicados en las revistas científicas Agronomy y Molecules.
Fuente: UPV |
|
|